T.I.C.® – Técnicas de Integración Cerebral
Técnica de los Anteojos Hemisféricos®
Técnica de Un Ojo por Vez®
Estimulación Sensorial Bilateral Alternada®
Desarrollada por el Dr. Pablo Solvey y la Dra. Raquel C. Ferrazzano de Solvey, Argentina, el año 2000.
Fundamentada en modelos neurocientíficos y neurofisiológicos para el reprocesamiento del trauma.
TRAUMA
Cuando pensamos en el trauma nos imaginamos algo muy grave que nos sucede y nos marca. A ese suceso –que puede ser la pérdida de alguien querido, un episodio de abuso o violencia, un accidente, u otros– lo consideramos el trauma en sí mismo. Pero el trauma no es el suceso específico: es lo que nos pasa interiormente como resultado del evento que experimentamos.
El trauma le da forma a nuestra visión del mundo y por eso muchas veces nos percibimos atrapados en un contexto hostil, duro, injusto y de mucha soledad. Y es que el trauma genera una desconexión y limita nuestra capacidad para formar relaciones positivas y sanas, incluso con nosotros mismos. Por eso es tan importante indagar sobre su raíz y sus repercusiones a lo largo de nuestra vida.
Como profesionales de la salud psicológica, nuestra labor no es simplemente validar la historia de nuestros consultantes, sino ayudarlos a explorarla con compasión y comprensión. Podemos ayudar a las personas a revisar sus emociones y percepciones presentes, para que descubran por sí mismos si, en realidad, pertenecen a un pasado que están listos para dejar atrás.
A menudo creemos que la adicción, la depresión o las compulsiones son el problema. Sin embargo, en realidad, aquellos comportamientos que vemos como disfuncionales son nuestro intento desesperado por solucionar el verdadero problema, que radica en nuestra dificultad para aceptar quién somos, para entrar en contacto con nuestras emociones, para reconocer y sentir el dolor.
La verdad puede ser tan dolorosa que nos desconectamos de ella y la enterramos bajo síntomas emocionales o físicos que distraen nuestra atención de la raíz de nuestro malestar.
Para acceder al dolor y ver a través del mismo, necesitamos curiosidad y compasión.
Uno de los propósitos de ICHTA es ayudar a las personas a aceptar cada parte de sí mismas, incluyendo las partes más dolorosas, autodestructivas o que consideran vergonzosas. Estos son, justamente, los aspectos internos que tendemos a rechazar: queremos que desaparezcan y no queremos verlos ni enfrentarlos. Para sanar, necesitamos la seguridad de ser aceptados incondicionalmente.
PSICOTRAUMATOLOGÍA
La psicotraumatología nos permite acercarnos a la completa autenticidad del ser humano, porque nos lleva a preguntarnos cuál es la verdad sobre su sufrimiento. Mirando con respeto el proceso de las personas que llegan a nosotros es que les permitimos experimentar ese dolor del que intentan huir, y encontrar el apoyo para hacerlo.
Cuando podemos integrar la experiencia de todo lo que surge del reprocesamiento, promovemos la sanación y la plenitud.
El trauma en el cuerpo
Nuestro cuerpo siempre nos está dando mensajes. Sin embargo, pocos hemos aprendido a relacionarnos con el cuerpo desde la curiosidad y la aceptación: tendemos a acercarnos a nuestro cuerpo con preconceptos de cómo deberíamos sentirnos; nos acercamos con juicios y dureza, y eso nos aleja de la posibilidad de oírlo y comprender lo que nos quiere decir.
Aprender a escuchar a nuestro cuerpo nos da indicios sobre nuestra salud emocional, mental y física. Cuando abrimos los sentidos a nuestro cuerpo y conectamos con él, podemos aprender a reconocer sus distintos tipos de lenguaje, que incluyen nuestras emociones, sensaciones corporales e incluso pensamientos y podemos iniciar el camino para:
• Encontrar la seguridad dentro de tu cuerpo
• Ser más consciente de las sensaciones y desarrollar tu capacidad para notarlas y describirlas
• Identificar dónde se alberga la tensión en tu cuerpo
• Entender la diferencia entre emociones y percepciones
• Lograr la autorregulación
• Disfrutar de una relación auténtica y segura contigo mismo
• Acercarte al equilibrio entre cuerpo, mente y emociones
Generalmente, buscamos ayuda cuando hay una disfunción en nuestra vida. En ese punto, no logramos centrarnos en nuestros éxitos o fortalezas, sino que nos enfocamos en nuestras ansiedades, debilidades reales o imaginadas, y en todo lo que percibimos que no funciona en nosotros.
Emociones y trauma
Pensar y hablar de nosotros mismos en términos negativos nos hunde en un estado de vergüenza que nos frena, y que no nos permite revelar la auténtica complejidad de nuestro ser.
La vergüenza nos aísla porque nos desconecta – de nosotros mismos primero, y también de los demás. Podemos llegar a creer que lo que albergamos es tan terrible que, de saberse, seríamos rechazados. La vergüenza expresa nuestro miedo a la perdida de conexión.
Todo lo que nos disgusta de nuestra personalidad –todo aquello que nos avergüenza y de lo que queremos deshacernos–, es un aprendizaje temprano que se marcó en nuestro ser. Entender eso nos permite acercarnos a estos aspectos con compasión y curiosidad; dejar de pensarnos como víctimas indefensas, o como victimarios agresivos y hostiles; y trascender estas creencias para llegar a nuestro verdadero ser.
La finalidad es reconocer la persona que eres, no en base a tu personalidad, o a tus comportamientos, o a tus fallos, sino a tu potencial para poder:
• Explorar el origen de tu dolor emocional y físico
• Sanar traumas del pasado
• Desarrollar tu capacidad para sentir y experimentar tus emociones
• Crear una relación consciente con tu sistema nervioso
• Experimentar la seguridad dentro de ti
• Sentirte cómodo con tu vulnerabilidad
PSICOTERAPIA DEL TRAUMA T.I.C.®
Las Técnicas de Integración Cerebral – T.I.C.®, posibilitan la integración de las diferencias de percepción que existen naturalmente entre los dos hemisferios cerebrales, y que se intensifican notoriamente frente a una situación perturbadora o traumática.
Permiten observar el distinto enfoque de un problema cuando la persona lo contempla con uno u otro hemisferio cerebral por separado.
Entre ambos hemisferios hay diferencias notables en creencias, emociones, sensaciones corporales y niveles de perturbación, acerca del tema a tratar.
El uso de estas técnicas permite la integración de esta información disímil, logrando rápidamente la resolución de los problemas, al integrar la interpretación de ambos hemisferios, posibilitando una visión más realista y adaptativa de la situación, corrigiéndose todas las distorsiones, así como los sentimientos o miedos inadecuados o exagerados, propios de los cuadros psicopatológicos. Esto se mantiene en el tiempo, y la patología resuelta no retorna.
T.I.C.®.- Técnica de los Anteojos Hemisféricos®
Los Anteojos Hemisféricos, permiten entrar la luz con un ángulo de incidencia de tal de manera que impresiona sobre la parte nasal de la retina del hemisferio opuesto al que se quiere activar, lo que permite estimular separadamente los dos hemisferios cerebrales, de modo que el sujeto puede “ver” dos puntos de vista propios y diferentes respecto a un mismo problema, ambos reales.
A medida que el tema “problema” es observado varias veces en forma alternada y secuencial con los dos hemisferios, estos van integrando sus percepciones acerca del mismo, bajando la intensidad de la perturbación que la situación provocaba hasta desaparecer.
F. Schiffer MD, desarrolló anteojos similares dentro de una terapia estructurada y psicodinámica.
Solvey y Solvey – 2000 – desarrollaron el sistema de aplicar un gradiente, secuencial y alternado, que opera como desensibilizante, durante todo el proceso terapéutico que produce una reestructuración cognitiva concomitante, hasta lograr en poco tiempo, a veces en minutos, la desensibilización (ecológica) del tema tratado.
T.I.C.®.- Técnica de Un ojo por Vez®
El método de “Un Ojo por Vez”, desarrollado en 2000, por los canadienses Audrey Cook, PhD., y Richard Bradshaw, PhD., consiste en observar el problema a resolver con un solo ojo alternadamente (se tapa el otro), activando también los hemisferios cerebrales por separado. Se pueden buscar dos causas:
Reprocesa las incredulidades de lo sucedido que emergen del trauma.
Su resolución es la única manera de poner en marcha la desensibilización del trauma.
A menudo se observa que con uno de los hemisferios la persona “cree” lo que le ha pasado, pero con el otro “no lo puede creer”. Es decir, lo sabe con el cerebro, pero lo niega con el corazón. Su discurso está plagado de “no lo puedo creer”, “es imposible”, “me voy a despertar y habrá sido todo un sueño”.
Mientras esta incredulidad persista, no importa cuánto tiempo haya pasado desde el hecho, es imposible la elaboración y la integración en la vida del sujeto de las consecuencias de la situación. Es como si no existiera.
Resolviendo la incredulidad, en poco tiempo de trabajo se logran resolver situaciones que podrían llevar años congeladas y perturbando.
Reprocesa las creencias negativas respecto del si mismo que emergen del trauma.
Existe la presencia de ciertos puntos en el campo visual, llamados “nudos”, que aparecen al hacer recorrer con la mirada de un ojo por vez y lentamente todo el campo visual mientras la persona piensa en el hecho.
En estos nudos se concentran curiosamente las emociones más disfuncionales, que aparecen ligadas a sensaciones físicas, como mareos, náuseas, y ansiedad.
Una vez disueltos estos “nudos” con la técnica apropiada de Un ojo por Vez®, el problema comienza a ser reprocesado y a desaparecer o se reduce a su mínima expresión.
Atención Psicoterapéutica.
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